La Isla de los Sentimientos




>> La Isla de los Sentimientos << Erase una vez una isla donde habitaban todos los sentimientos: la Alegría, la Tristeza y muchos más, incluyendo el Amor. Un día, se les fue avisando a los moradores, que la isla se iba a hundir. Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla, se metieron en sus barcos y se preparaban a partir, pero el Amor se quedó, porque se quería quedar un rato más con la isla que tanto amaba, antes de que se hundiese. Cuando por fin, estaba ya casi ahogado, el Amor comenzó a pedir ayuda. En eso venía la Riqueza y el amor dijo: ¡Riqueza, llévame contigo! No puedo, hay mucho oro y plata en mi barco, no tengo espacio para ti, dijo la riqueza. El Amor le pidió ayuda a la Vanidad, que también venía pasando: ¡Vanidad, por favor ayúdame! No te puedo ayudar, Amor, tú estás todo mojado y vas a arruinar mi barco nuevo. Entonces, el Amor le pidió ayuda a la Tristeza: Tristeza, me dejas ir contigo? Ay Amor, estoy tan triste que prefiero ir sola. También pasó la Alegría, pero ella estaba tan alegre que ni oyó al Amor llamar. Desesperado, el Amor comenzó a llorar, ahí fue cuando una voz le llamó: Ven, Amor, yo te llevo. Era un viejito, y el Amor estaba tan feliz que se le olvidó preguntarle su nombre. Al llegar a tierra firme, le preguntó a la Sabiduría: Sabiduría, ¿quién es el viejito que me trajo aquí? La Sabiduría respondió: Es el Tiempo. ¿El Tiempo? Pero, ¿por qué sólo el Tiempo me quiso traer? La Sabiduría respondió: Porque sólo el Tiempo es capaz de ayudar y entender al Amor.





El Valor de un Amigo <<
Mi amigo no volvió del campo de batalla, señor, solicito permiso para ir a buscarlo, dijo un soldado a su teniente.
Permiso denegado, replicó su oficial. No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente esté muerto.
El soldado, ignorando la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó, mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.

El oficial estaba furioso:

Le dije que él estaba muerto!!! Ahora perdí dos hombres!
Dígame: Valió la pena traer un cadáver?
Y el soldado, moribundo, respondió:
Claro que sí, señor. Cuando lo encontré, el aún estaba vivo y pudo decirme:
¡Estaba seguro que vendrías!


AMIGO ES AQUEL QUE LLEGA CUANDO TODO EL MUNDO YA SE HA IDO.







Cielo o Infierno <<
Según cuenta un antiguo relato japonés, un belicoso Samurai desafió en una ocasión a un maestro en artes marciales a que le explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desdén:
"No eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!".
Herido en lo más profundo de su ser, el Samurai se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
"Podría matarte por tu impertinencia".
Eso, repuso el monje con calma, "es el infierno".
Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el Samurai se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.
Y eso, añadió el monje, "es el cielo".

"La paz interior se halla cuando el que la busca deja de hacerlo, no por haberla encontrado, sino por descubrir que siempre estuvo con él y no fuera de él".






Las Huellas <<
Una noche en sueños vi que con el Señor caminaba
junto a la orilla del mar bajo hermosa luna plateada.
Soñé que en los cielos veía toda mi vida representada
en celestiales escenas que en silencio contemplaba.

Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando,
mientras con el Señor íbamos cual amigos conversando.
Miré atento hacia atrás esas huellas reflejadas en el suelo,
pero algo extraño observé y me invadió gran desconsuelo.

Observé que algunas veces al reparar en las huellas,
en vez de ver los dos pares veía solo un par de ellas.
Observaba también yo que aquel solo par de huellas,
se advertían mayormente en mis noches sin estrellas
en los días de mi vida llenos de angustias y tristeza,
cuando el alma necesita más del consuelo y fortaleza.

- Pregunté triste al Señor:

¿Señor, tu no has prometido que en horas de aflicción
siempre a mi lado estarías dando muestras de tu amor?
Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas,
cuando más aflige el dolor solo veo un par de huellas.
¿Dónde están las otras dos que indican tu compañía,
cuando las tempestades sin piedad azotan la vida mía?

- Y el Señor me contestó con ternura y compasión:

Escucha bien hijo mío, comprendo tu confusión,
Siempre te amé y te amaré y en tus horas de dolor
siempre a tu lado permanezco para mostrarte mi amor.
Mas si en ocasiones ves solo dos huellas al caminar
y no puedes ver las otras dos que se deberían reflejar,
es que en tu hora afligida cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas porque te llevo en mis brazos





¿ Que Es El Amor ?

En una de las salas de un colegio habían varios niños. Uno de ellos preguntó:
Maestra... ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en hora de recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajesen lo que más despertase en ellos el sentimiento del amor.
Los chicos salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
Quiero que cada uno muestre lo que trajo consigo.
El primer alumno respondió: Yo traje esta flor, ¿no es linda?
Cuando llegó su turno, el segundo alumno dijo: Yo traje esta mariposa. Vea el colorido de sus alas; la voy a colocar en mi colección.
El tercer alumno completó: Yo traje este pichón de pajarito que se cayó del nido, hermano: ¿no es gracioso?
Y así los chicos, uno a uno, fueron colocando lo que habían recogido en el patio.
Terminada la exposición, la maestra notó que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido quieta durante todo el tiempo. Se sentía avergonzada porque no había traído nada.
La maestra se dirigió a ella y le preguntó:
Muy bien: ¿y tú? ¿no has encontrado nada?
La criatura, tímidamente, respondió: Disculpe, maestra. Vi la flor y sentí su perfume; pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma por más tiempo. Vi también la mariposa, suave, colorida, pero parecía tan feliz que no tuve el coraje de aprisionarla. Vi también el pichoncito caído entre las hojas, pero... al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí devolverlo al nido.
Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensación de libertad de la mariposa y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo mostrar lo que traje?
La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido la única que logró percibir que sólo podemos traer el amor en el corazón.
Sabes, esto me lo envió quien me enseñó, que el amor no es Tomar, Arrancar, Capturar, Forzar, Ganar o Perder.
Amar es llevar en el alma, es Recordar, es Disfrutar, Amar es ser LIBRE Y DEJAR LIBRE.




La verdadera riqueza << Un hombre quería mostrarle a su hijo la pobreza y lo llevó donde una familia campesina. Al regresar le preguntó al niño: ¿Qué te pareció la pobreza?. El niño respondió: ¿De qué pobreza me hablas?. Ellos tiene cuatro perros, yo tengo uno. Nuestra piscina llega sólo hasta la mitad del jardín, en cambio ellos tienen un riachuelo que nunca termina. Nosotros tenemos lámparas importadas, ellos tienen estrellas. Nuestro patio llega hasta la pared del vecino, el de ellos termina en el horizonte. Ellos tienen tiempo para sentarse a conversar, en cambio tú y mamá tienen que trabajar todo el tiempo, y casi nunca los veo. El niño finalmente añadió: Gracias papá por mostrarme la verdadera riqueza.




Un Angel Y Un Amigo << Un ángel no nos escoge, Dios nos lo asigna. Un amigo nos toma de la mano y nos acerca a Dios. Un ángel tiene la obligación de cuidarnos. Un amigo nos cuida por amor. Un ángel te ayuda evitando que tengas problemas. Un amigo te ayuda a resolverlos. Un ángel te ve sufrir, sin poderte abrazar. Un amigo te abraza, porque no quiere verte sufrir. Un ángel te ve sonreír y observa tus alegrías. Un amigo te hace sonreír y te hace parte de sus alegrías. Un ángel sabe cuando necesitas que alguien te escuche. Un amigo te escucha, sin decirle que lo necesitas. Un ángel, en realidad es parte de tus sueños. Un amigo, comparte y lucha por que tus sueños, sean una realidad. Un ángel siempre esta contigo ahí, sabe extrañarnos. Un amigo, cuando no esta contigo, no solo te extraña, también piensa en ti. Un ángel vela tu sueño. Un amigo sueña contigo. Un ángel aplaude tus triunfos. Un amigo te ayuda para que triunfes. Un ángel se preocupa cuando estas mal. Un amigo se desvive porque estés bien. Un ángel recibe una oración tuya. Un amigo hace una oración por tí. Un ángel te ayuda a sobrevivir. Un amigo vive por ti. Para un ángel, eres una hermosa misión que cumplir. Para un amigo, eres un tesoro que defender. Un ángel, es algo celestial. Un amigo es la oportunidad de conocer lo más hermoso que hay en la vida,"el amor y la amistad". Un ángel quiere ser tu amigo. Un amigo, sin proponérselo, también es tu Angel.






El Corazón de una Madre


Esta historia es de hace mucho tiempo en un pueblito donde una mujer de mediana edad tuvo un hijo al cual amaba más que a la vida misma por considerarlo un regalo divino, a su edad era difícil tener uno. Sin embargo lo crio con mucho amor como solo las madres saben hacerlo.

El niño por esto creció sano, fuerte y bien parecido siempre bajo el amor de su madre, pues su padre falleció mucho tiempo atrás, sin embargo nunca tuvo carencias ni contratiempo alguno por lo que creció feliz. Pero como todos sabemos llega un momento en que los jóvenes comienzan a pensar por sí mismos y muchas veces desprecian el tutelaje protector el cual más que prohibir pretende guiar.

Paso un tiempo en que el hijo comenzó a salir a reuniones y es así que conoció a una mujer muy hermosa, nueva en el pueblo. Nadie sabía que esta mujer tenía podrida el alma y que de nada valió el amor que nació en el hijo, y que le manifestaba al encontrarse con ella; los regalos que le llevaba, las promesas que él hacía, en todas las noches, ni un saludo, ni una mirada, en fin ningún interés por parte de esta mujer. Y es así que en cada rechazo solo su madre lo consoló, secaba sus lágrimas, lo apoyaba para que siga intentándolo, hasta que el sueño llegaba a él.

Paso así un tiempo en que la mala mujer ignoro al joven, pero después se dio cuenta de la hermosura de este y pensó,” tal vez no sea mala idea salir con él” y así fue, pero hasta ahora si el joven tenía respeto por su casa y claro por su madre, al lado de esta mujer lo perdió, pasaban días en que no aparecía y cuando lo hacía era para dormir días enteros, se desentendía de cualquier quehacer y solo esperaba la noche para volver a perderse.

Es así que con malas juntas y visitando lugares de dudosa decencia fue este joven olvidando todo lo aprendido y reemplazándolo por conocimientos perversos, delincuenciales y mezquinos. El joven llego a tener mala reputación siendo llamado delincuente, perezoso, ladrón, vago y que al pesar de su linda apariencia ahora ya no daba ninguna confianza a los que lo conocían, incluso los que se hacían llamarse sus amigos llegaron a evitarlo alimentando mas su dejadez y despreciando todo cuanto lo rodeaba, mas la única que siempre lo defendió fue su madre, que intento encauzarlo por el buen camino sin comprender que su hijo nunca podría ser el que ella recordaba en sus pensamientos.

La mala mujer que manejaba al joven a su antojo siempre vio el lazo de este para con la madre con recelo de mujer celosa que solo pueden tener las que tienen podrida el alma y a ella como una enemiga; es asi que en uno de sus encuentros ella manifiesta que tal vez el amor que el joven le profesa sea solo pasajero, efímero y puede que hasta una mentira.

El joven sorprendido, promete, jura y vuelve a prometer que su amor por ella es sincero, puro y que él le bajaría la luna, cruzaría el mar a nado, le construiría un castillo y muchas cosas más, bonitas pero según la mujer solo palabras. Esta había estado maquinando en su mente una petición diabólica que solo el acto de pensarla, le hacía sentir escalofríos.

Con una voz dulce le dijo, “ Esas cosas que me dices son imposibles, sin embargo tengo un regalo que está dentro de tus posibilidades y solo así sabría que en verdad me amas”.

El joven ansioso dijo, “dime que es, pídeme lo que sea y te demostrare con ese regalo que en verdad si te amo”, ella sonriendo siempre dulce le dijo, “quiero que me traigas en una bolsa, el corazón de tu madre…, si no lo haces nunca más quiero volver a verte”, diciendo esto se levanto y se fue dejando perplejo al joven.

“¡¿Está loca?!...”, “¡Es imposible!”, eran las cosas que pasaban en ese momento por la mente del joven, y mil veces se dijo que no y mil veces la idea de no ver más a la mujer que amaba se le agolpo en la cabeza.

Con esos oscuros pensamientos llego de madrugada a su casa, ya en su cama intento dormir… y no pudo. - Como piensa que yo no le amo, está dentro de mí, en mis pensamientos- poco a poco la idea de demostrar por sobre todas las cosas que su amor era sincero se le agolpo en la garganta, y con una determinación maligna fue a la cocina y cogió el cuchillo.

En el cuarto más pequeño de la humilde casa una anciana dormía, sin percatarse en absoluto de la silueta que la observaba con un objeto en la mano que desprendía un frio reflejo. En un acto de locura el aire se desgarro primero por la luz del reflejo que corto la oscuridad y después por un gemido inocente apagado por una almohada.

Unas frías manos arrancaron un diamante de un valor incalculable aún caliente de un cofre con el mismo valor y lo metió a una bolsa, era el hijo desalmado arrancando el corazón de su madre que con una mirada perdida salió corriendo de su casa hacia una dirección que ya conocía; avergonzado, asustado, horrorizado y al mismo tiempo determinado en demostrar a su diabólica amada que su amor es verdadero.

Mas una piedra en el camino le hizo tropezar tirando el preciado objeto que llevaba en sus manos hiriéndose la rodilla, y es aquí que se ve a pesar de cualquier cosa que el amor de una madre es ilimitado cuando a pesar de todo lo ocurrido una voz conocida para el joven sale de la bolsa y dice:

¡Hijo!, ¡¿te has hecho daño?!



El Abrazo del Padre

Este cuento se refiere a un hombre joven cuyo hijo había nacido recientemente y era la primera vez que sentía la experiencia de ser papá.
A este personaje lo llamaremos Alberto y en su corazón reinaban la alegría y los sentimientos de amor que brotaban a raudales dentro de su ser.
Un buen día le dieron ganas de entrar en contacto con la naturaleza, pues a partir del nacimiento de su bebé todo lo veía hermoso y aun el ruido de una hoja al caer le sonaba a notas musicales.
Así fue que decidió ir a un bosque; quería oír el canto de los pájaros y disfrutar toda la belleza. Caminaba plácidamente respirando la humedad que hay en estos lugares, cuando de repente vio posada en una rama a un águila que lo sorprendió por la belleza de su plumaje.
El águila también había tenido la alegría de recibir a sus polluelos y tenía como objetivo llegar hasta el río más cercano, capturar un pez y llevarlo a su nido como alimento; pues significaba una responsabilidad muy grande criar y formar a sus aguiluchos para enfrentar los retos que la vida ofrece .
El águila al notar la presencia de Alberto lo miró fijamente y le preguntó: " ¿A dónde te diriges buen hombre?, veo en tus ojos la alegría" por lo que Alberto le contestó: " es que ha nacido mi hijo y he venido al bosque a disfrutar, pero me siento un poco confundido"
El águila insistió: "Oye, ¿y qué piensas hacer con tu hijo?"
Alberto le contesto: "Ah, pues ahora y desde ahora, siempre lo voy a proteger, le daré de comer y jamás permitiré que pase frío. Yo me encargaré de que tenga todo lo que necesite, y día con día yo seré quien lo cubra de las inclemencias del tiempo; lo defenderé de los enemigos que pueda tener y nunca dejaré que pase situaciones difíciles.
No permitiré que mi hijo pase necesidades como yo las pasé, nunca dejaré que eso suceda, porque para eso estoy aquí, para que él nunca se esfuerce por nada"
Y para finalizar agregó: "Yo como su padre, seré fuerte como un oso, y con la potencia de mis brazos lo rodearé, lo abrazaré y nunca dejaré que nada ni nadie lo perturbe".
El águila no salía de su asombro, atónita lo escuchaba y no daba crédito a lo que había oído. Entonces, respirando muy hondo y sacudiendo su enorme plumaje, lo miró fijamente y dijo:
"Escúchame bien buen hombre. Cuando recibí el mandato de la naturaleza para empollar a mis hijos, también recibí el mandato de construir mi nido, un nido confortable, seguro, a buen resguardo de los depredadores, pero también le he puesto ramas con muchas espinas ¿y sabes por qué? porque aún cuando estas espinas están cubiertas por plumas, algún día, cuando mis polluelos hayan emplumado y sean fuertes para volar, haré desaparecer todo este confort, y ellos ya no podrán habitar sobre las espinas, eso les obligará a construir su propio nido. Todo el valle será para ellos, siempre y cuando realicen su propio esfuerzo para conquistarlo con todo, sus montañas, sus ríos llenos de peces y praderas llenas de conejos
Si yo los abrazara como un oso, reprimiría sus aspiraciones y deseos de ser ellos mismos, destruiría irremisiblemente su individualidad y haría de ellos individuos indolentes, sin ánimo de luchar, ni alegría de vivir. Tarde que temprano lloraría mi error, pues ver a mis aguiluchos convertidos en ridículos representantes de su especie me llenaría de remordimiento y gran vergüenza, pues tendría que cosechar la impertinencia de mis actos, viendo a mi descendencia imposibilitada para tener sus propios triunfos, fracasos y errores, porque yo quise resolver todos sus problemas.
"Yo, amigo mío", dijo el águila, podría jurarte que después de Dios he de amar a mis hijos por sobre todas las cosas, pero también he de prometer que nunca seré su cómplice en la superficialidad de su inmadurez, he de entender su juventud, pero no participaré de sus excesos, me he de esmerar en conocer sus cualidades, pero también sus defectos y nunca permitiré que abusen de mí en aras de este amor que les profeso".
El águila calló y Alberto no supo qué decir, pues seguía confundido, y mientras entraba en una profunda reflexión, ésta, con gran majestuosidad levantó el vuelo y se perdió en el horizonte,
Alberto empezó a caminar mientras miraba fijamente el follaje seco disperso en el suelo, sólo pensaba en lo equivocado que estaba y el terrible error que iba a cometer al darle a su hijo el abrazo del oso.
Reconfortado, siguió caminando, solo pensaba en llegar a casa, con amor abrazar a su bebé, pensando que abrazarlo solo sería por segundos, ya que el pequeño empezaba a tener la necesidad de su propia libertad para mover piernas y brazos, sin que ningún oso protector se lo impidiera.
A partir de ese día Alberto empezó a prepararse para ser el mejor de los padres.




Relato del amor de una Madre
Hace algunos años un niño fue atacado en Florida por un caimán. Relatan las noticias que el niño se encontraba nadando en la laguna cuando escuchó gritos alarmantes de su mamá que lo llamaba. Sin titubear nadó hacía ella pero el Caimán lo alcanzó. La fuerza del animal era muy grande pero el amor de su madre que lo sostenía y trataba de rescatarlo era mayor. Al escuchar los gritos, un vecino se acercó con pistola en mano y mató al cocodrilo.
Al entrevistar al niño y preguntarle por sus piernas respondió: “Mis piernas sufrieron bastante pero puedo caminar”. Remangándose las manos añadió con orgullo: “Lo que debe ver son las cicatrices que tengo en mis brazos porque mi mamá no me soltó y me salvó la vida”.
Escalofriante relato del amor de una madre que hace todo por salvar a su hijo. Si esto hace una madre, frágil y limitada, ¿qué no hará Dios por los hombres a quienes creó de la nada y ama con un inmenso amor? Esto es precisamente el mensaje del miércoles de ceniza: una invitación a volver al gran amor de Dios.
Todo ser humano tiene cicatrices provocadas por el mal, por la desobediencia al orden creado por Dios, por el desamor. Sin embargo, Dios quiere grabar en nuestro corazón cicatrices de amor y esperanza para que recordemos la fuerza que tiene para sostenernos y protegernos para que no caigamos en el mal. San Pablo reconocía esta fuerza de Dios y predicaba: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta" (Filipenses 4,13).
Podríamos afirmar que el miércoles de ceniza es un día de sinceridad porque nos reconocemos frágiles y pecadores, necesitados de la fuerza y del amor de Dios. Por esta razón, miles de personas se acercan a la Iglesia para la imposición de la ceniza. El sacerdote marca una cruz sobre nuestra frente con la ceniza, mientras pronuncia: "Conviértete y cree en el evangelio" o “Acuérdate de que eres polvo y en polvo te convertirás".
Las cenizas, que se obtienen de las palmas del domingo de ramos, nos recuerdan que Jesús murió por amor a nosotros para darnos nueva vida. Parecería una contradicción: morir para vivir. Sin embargo, este mensaje nos llena de esperanza porque sabemos que aunque el cuerpo es frágil y se corrompe con la muerte, el espíritu vive en Dios que transforma al hombre y lo salva.
El miércoles de ceniza recibimos una invitación a morir a la vida desordenada para tener nueva vida. Es el inicio de la cuaresma. Cuarenta días que nos invitan a renovarnos, a dejar los malos hábitos y buscar ser personas llenas de amor y de paz. Este es el anhelo más íntimo de todo ser humano: encontrarse con Dios y vivir en el Amor. Dios nos pide, como la mamá al niño, que confiemos en Él y nademos en dirección al Bien, a la Verdad y a la Bondad.





Arena y piedra

Por el ardiente desierto del Sahara, llevando una pesada carga sobre los hombros, iban caminando dos amigos, Farouk y Ramsés.
Habían perdido a sus camellos varios días antes y estaban agotados por la enorme distancia que habían recorrido a pie.
Llevaban casi una semana sin probar alimento y el agua se les terminaba bajo el inclemente rayo del sol. Las piernas les dolían de tanto caminar y tenían quemada la piel del rostro y los brazos.
Aunque entre los dos habían elegido esa ruta, Farouk le reclamó a Ramsés haber escogido un camino largo y desconocido. Su furia iba en aumento: gritaba, manoteaba, le dijo un insulto y otro. Incluso llegó a darle una bofetada.
Ramsés se quedó callado y la nariz le sangró un poco, pero no respondió a la agresión. Con mirada profunda de tristeza se sentó y escribió sobre la arena con su dedo índice: “Hoy mi mejor amigo me pegó en la cara”. A Farouk le sorprendió este hecho, pero no le preguntó nada.
Por el ardiente desierto del Sahara, llevando una pesada carga sobre los hombros, iban caminando dos amigos, Farouk y Ramsés.
Habían perdido a sus camellos varios días antes y estaban agotados por la enorme distancia que habían recorrido a pie.
Llevaban casi una semana sin probar alimento y el agua se les terminaba bajo el inclemente rayo del sol. Las piernas les dolían de tanto caminar y tenían quemada la piel del rostro y los brazos.
Aunque entre los dos habían elegido esa ruta, Farouk le reclamó a Ramsés haber escogido un camino largo y desconocido. Su furia iba en aumento: gritaba, manoteaba, le dijo un insulto y otro. Incluso llegó a darle una bofetada.
Ramsés se quedó callado y la nariz le sangró un poco, pero no respondió a la agresión. Con mirada profunda de tristeza se sentó y escribió sobre la arena con su dedo índice: “Hoy mi mejor amigo me pegó en la cara”. A Farouk le sorprendió este hecho, pero no le preguntó nada.
Intrigado, Farouk le preguntó:
—¿Por qué ayer que te ofendí escribiste en la arena y hoy has escrito en la piedra?
Ramsés le explicó sonriendo:
—Los errores de nuestros amigos se los lleva el viento por la noche. Cuando amanece y el sol sale de nuevo ya no podemos recordarlos. Sus pruebas de lealtad, sin embargo, quedan grabadas para siempre en nuestro corazón.




— Leyenda árabe.
El Anillo
Lunes, 5 febrero, 2007
Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar?, ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?.
El maestro sin mirarlo, le, dijo: – Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después…- y haciendo una pausa agregó – si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- ee… encantado, maestro – titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado, y sus necesidades postergadas.
-Bien, asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño y dándoselo al muchacho, agregó – toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él
la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro.
Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado – más de cien personas – y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó. Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro.
Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.
Entró en la habitación.
- Maestro – dijo – lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- Qué importante lo que dijiste, joven amigo – contestó sonriente el maestro -. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo.
Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?
Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él.
Pero no importa lo que te ofrezca , no lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo: – Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender YA, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo. – ¡¡¡ 58 MONEDAS !!! – exclamó el joven.
Sí, – replicó el joyero – yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… si la venta es urgente…
El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate – dijo el maestro después de escucharlo – Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? – Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño.
Todos somos como esta joya, valiosos y únicos, y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore.



Los obstáculos en nuestro camino
Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del reino y cortesanos pasaron y simplemente la rodearon. Muchos culparon al rey ruidosamente por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.
Entonces vino un campesino, llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.
Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.
SI ALGUNA VEZ CAES, LEVÁNTATE Y SIGUE ADELANTE



Sobre el verdadero valor
Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse, aparentemente, era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar solo por un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz”.
Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña.
Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa “¿A que hora empezaré a morirme?”
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor;
pensaba que le daría toda su sangre a su hermana.
Y aún así se la daba.
DA TODO POR QUIEN AMAS.







20072009


historia: amor de padre


HISTORIA: imperada en la canción el amor de un padre. Esta historia fue escrita esperando que pueda ayudar en su vida espiritual; escrita por Henry cordero. Algunos textos fueron tomado de la canción. Amor de un padre: de nuestro hermano. Cantautor Bengie
Cuenta la historia de un hombre que anhelaba tener, una hija y oraba al señor por esa niña, DIA y noche hasta que su esposa le dio la gran noticia, de su embarazo, pasaban los DIA y pasaron los meses y llego el DIA esperado, su esposa tuvo un parto perfecto y nació una hermosa niña de ojos azules , el padre estaba verdadera mente feliz y daba gracia al DIOS eterno por haberlo escuchado, pasaban los DIA los meses , y el padre siempre feliz y muy atento a su hija le daba todo su amor y cuidado, pasaban los año la niña crecía en edad y hermosura su padre le enseñaba el camino de la verdad, le enseñaba a vivir bajo los estatus de DIOS le enseñaba a tener obediencia y a tener amor por lo demás , a dar la gracia a DIOS por todo, a tener confianza y fe, en el señor, pasaron los año y la niña ya tenia 12 años, un DIA el padre jugaba con su hija cuando de pronto la niña se desmaya, el padre muy asustado la lleva al doctor , el doctor la trasfiere al cardiólogo, el cardiólogo hace las prueba necesaria, y llama a los padre de repente se oye un fuerte grito, el padre se negaba a creer lo que decía el doctor ,el doctor le decía que su hija tenia un problema en el corazón, que podía agravarse, el doctor dio alguna indicaciones y la despacho diciendo, que cualquier cosa la llevaran con urgencia , el padre veía su hija y fingia felicidad para no preocupar su niña , un DIA la niña llama a su padre y le dice padre que me regalara en mis quinces año , el padre , dijo hija si solo tiene doces año, paso dos año y unos meses la niña volvió a desmayar el padre asustado la lleva al medico el medico le da la mala noticia , sino consigue un corazón en treinta días, para implantar, a la niña esta puede morir, el padre desesperado hizo llamada a todo los centro de donación, y no había corazón disponible. el padre preocupado fue a la habitación de su hija, y la niña le dijo padre se que me voy a morir , pero aunque muera quiero, que celebre mi quince años al cuchar eso el padre salio con llantos, y lagrimas en sus ojo, y miro al cielo y dijo señor a hora que hago , al cabo de treinta minuto llaman a la madre, y le dicen que apareció un corazón para su hija , el doctor le da una noticia y le entrega una nota que estaba dedicada para su hija , el doctor opera y la operación es un éxito pues el corazón era exactamente, compartible , para la niña , pasaron los meses y la niña se recuperaba , con su recuperación llego el DIA de su cumple año la niña vio vario invitado y pregunto mami y papi , la madre dijo niña si supiera y le entrego aquella nota , la niña lee en vos alta la nota, que decía así,: hija si llega a leer esta carta es por que todo salio bien, hija una vez preguntaste, que te daría, de regalo para tu cumple año en aquel momento, no supe que contestar , a hora hija este es mi regalo te regalo mi corazón, la niña gritaba , desconsolada, de repente se recordó, de un pasaje de la Biblia , que su padre le había, enseñado: por que de tal manera amo DIOS al mundo que a dado a su hijo unigénito para que todo a aquel que en el cree no se pierda mas tenga vida eterna. Juan: 3:-16 espero que el leer este articulo te ayude comprender, el amor de DIOS por nosotros, el no quiere que suframos tampoco quiere que muramos, el nos ofrece vida eterna a través de su hijo Jesucristo, como el padre de esta historia DIOS, sufre por nuestra enfermedades, por nuestra desobediencia, por nuestro pecado. Por eso el te invita a través de su hijo que te acerque a el, y el obrara en ti, convertid y arrepentid de vuestro pecado santificad vuestra vida y el señor te librara y te dará la victoria y te coronara, con la vida eterna, DIOS bendiga tu vida y la de tus familias, cristo te ama:

LAS 3 BARDAS
(aportación de nuestra amiga Laura Cantú)
Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Socrates y empezó a decir:
Maestro, quiero contarte como un amigo tuyo estuvo hablando de ti con
malevolencia...
Sócrates lo interrumpió diciendo: ¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de las
Tres Bardas lo que me vas a decir?
¿Las Tres Bardas?
Sí -replicó Socrates- La primera es la VERDAD ¿Ya examinaste cuidadosamente si
lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos.
No... lo oi decir a unos vecinos...
Al menos lo habras hecho pasar por la segunda Barda que es la BONDAD. Lo que
me quieres decir es por lo menos bueno?
No, en realidad no; al contrario...
¡Ah! -interrumpió Socrates- Entonces vamos a la Ultima Barda. Es NECESARIO que
me cuentes, eso?
Para ser sincero, no; necesario no es.
Entonces -sonrió el sabio- Si no es VERDADERO, ni BUENO, ni NECESARIO....
Sepultémoslo en el Olvido.

Apenas nace la virtud, cuando ya genera contra sí la envidia, pues antes verás un cuerpo sin sombra que la virtud sin la envidia.
Leonardo Da Vinci

La grandeza inspira envidia. La envidia engendra rencor. Y el rencor genera mentiras.
JK Rowling
La envidia es acaso el peor de los pecados, el goloso come, el lujurioso verifica el acto venéreo, el avaro toma su dinero, en cambio el envidioso se reseca en...bueno, su envidia.
Alejandro Dolina
Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda.
Martin Lutero
Así como la polilla arruina la ropa, de la misma manera la envidia consume al hombre. San Juan Cristóstomo

Castiga a los que te envidian haciéndoles el bien. Proverbio árabe

Cuanto mejor es el bueno, tanto más molesto es para el malo. San Agustín
Dejemos a los envidiosos la tarea de proferir injurias y a los necios la de contestarlas. Luis Dupaty

Pocos hombres tienen la fuerza de carácter suficiente para alegrarse del éxito de un amigo sin sentir cierta envidia.” —Esquilo de Eleusis
Hablar mal de otros es una forma deshonesta de alabarnos a nosotros mismos.”—Will Durant

Santiago 3:16-18
Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala. 17 Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. 18 Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz.

La sal de la tierra y la luz del mundo
Mc. 9. 50 Lc. 14. 34-35 Mc. 4. 21 Lc. 8. 16; 11. 33
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
La ley del talión
Lc. 6. 29-30
38 Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. 40 Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; 41 y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. 42 Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
El amor a los enemigos
Lc. 6. 27-28, 32-36
43 Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; 45 así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. 46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? 47 Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? 48 Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
La benevolencia para juzgar
Lc. 6. 37-38, 41-42 Mc. 4. 247 1 No juzguen, para no ser juzgados. 2 Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes. 3 ¿Por qué te fijas en la paja que está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? 4 ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Deja que te saque la paja de tu ojo”, si hay una viga en el tuyo? 5 Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano.